7 de marzo de 2011

Heroes de la Fe


La mayoría de nosotros buscamos ejemplos a seguir, personas que han logrado construir lo que todavía tenemos en plano, hombres que han demostrado el inmenso potencial que tiene el ser humano y que nos inspiran a seguir adelante por el camino que ellos han trazado. Pues la Biblia exhibe con orgullo las vidas de hombres de este calibre, simples mortales que se han dejado caer en las manos de su Creador y hoy están en la lista de los Inmortales de todos los tiempos.
Que hombre de hoy no conoce el nombre de Moisés y ha visto su imagen levantando la vara y aquellas dos grandes masas de agua dividiéndose para que el pueblo pudiera pasar al otro lado. Conocemos los momentos de gloria pero nunca nos llama la atención el tiempo que pasaba mirando cara a cara a Dios, todo el orgullo y la vanidad que las arenas del desierto limaron durante 40 años y que al final por culpa de una mala acción, provocada por un pueblo rebelde, no tuvo el privilegio de entrar en la tierra prometida. Es que hay actitudes que no se le permiten a un varón de esa talla. Siempre recordamos la historia bonita y olvidamos los sacrificios que hizo Moisés para llegar a ser el hombre que vio de frente a Dios sin perder la vida…
David mostró una extraordinaria hombría en su vida; David demostró cual era el origen de su virilidad, sin saber karate ni artes marciales, enfrentó la tormenta. Su seguridad era la misma de cuando luchaba con leones y osos que querían robarle sus ovejas, su seguridad era Dios, la fuente de su valor estaba en lo espiritual. Muchos decimos “Yo quiero esa honda, la honda de David, tengo muchos gigantes que matar, el gigante de la enfermedad, el del desprecio, el gigante de la infidelidad, el gigante de la lujuria y el pecado” pero para tenerla debemos pagar el precio de tener un corazón conforme al corazón de Dios. David también fallo y perdió mucho a causa de sus errores, pero siempre volvía a la presencia de Dios donde él sabía que tenía un lugar reservado.
La Biblia muestra a muchos otros hombres, no menos importantes que Moisés y David, que tuvieron fracasos pero también grandes victorias. Entre ellos había algo en común, algo que los unía y que fue el motivo por el cual hoy están inscritos en el muro que hace gala de sus nombres, todos comparten el titulo “Héroes de la Fe”

No hay comentarios: