2 de enero de 2014

PLANIFICANDO PARA EL 2014

El futuro está adquiriendo cada vez una importancia mayor. La gente desea conocer el futuro, lo que le depara el porvenir. No nos extraña encontrar revistas en los kioscos con las predicciones para este año. El horóscopo para 2014, las predicciones para estos doce meses, lo que prevén para tal país, lo que dicen que le ocurrirá al príncipe tal o a la princesa  tal, es lo que más se escribe en cierto tipo de revistas en esta época. Sabemos que hay gente que basta bastante dinero comprando este tipo de magazines porque piensan que así van a poder planear un buen año, basándose en lo que los brujos “predicen”.

Como cristianos sabemos que estas son mentiras de gente que por mucho que traten de saber lo que vendrá no pueden, ya que el futuro pertenece a Dios y sólo El lo conoce. Tenemos prohibición de indagar en el desconocido porvenir; Dios mismo es quien ordena no hacerlo (Lv. 19.26, 31; Dt. 18.10-13). Por lo tanto debemos tener en cuenta sus mandatos y obedecerlos.

Hay un corito que en parte dice: “enséñame a vivir el  hoy de tal manera que mañana no tenga que reprocharme el ayer”. Y es por aquí que tenemos que empezar tener un bueno futuro. Llevamos 2 días de 2014 ¿nos arrepentimos por algo que hicimos en estos días? Eso pudo evitarse. Tenemos un año por delante (12 meses, 52 semanas, 365 días) y nos es desconocido. Algunos continuarán con sus estudios, otros buscarán o seguirán en sus trabajos, en fin todos tenemos una idea de lo que podríamos hacer en 2014 y también hay metas y anhelos que deseamos lograr.

¿Cómo empezar a ordenar lo que quiero para este año? ¿Qué es lo primero que debo tener en mente? ¿Cómo puedo plantear las prioridades? El mismo Señor nos dice por dónde empezar. Leamos Mateo 6.33 “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia…” esta es la fórmula básica para todo hijo de Dios. Lo primero que debo buscar es mejorar mi relación con Dios, mi amistad con Él. Por lo tanto la pregunta que debemos contestar es ¿qué propósitos voy a fijarme para crecer espiritualmente? Para ello debemos fijar metas específicas, alcanzables y en ciertos plazos determinados. Pensemos en algunas considerando nuestra vida, nuestro quehacer cotidiano, nuestra edad. Comencemos cada vez con este pensamiento como base, ya que si obviamos esta parte lo más probable es que el resto de nuestras metas para diferentes áreas de mi persona quedarán sin fundamento sólido. Además, conociendo a nuestro Dios, lo más seguro es que recibamos muchas bendiciones extras, porque El es así, nos da siempre mucho más de lo que esperamos.

Lo otro que debemos considerar es vivir bien hoy.  No como algunos recomiendan que vivamos el hoy como si fuera el último día de nuestra vida. No hay que irse al extremo ese, debemos buscar siempre el equilibrio en nuestra vida.

Por supuesto que debemos preocuparnos del futuro, pero no afanarnos y llegar al otro extremo de vivir hoy tan preocupados por lo que vendrá que olvidemos disfrutar el momento actual. Hoy encontramos a muchas personas que viven pensando en el futuro solamente y así trabajan doce o más horas cada día para obtener más dinero y así comprar más cosas para disfrutar en el futuro. Y así pasan años y años, hasta que jubilan. Pero si miran hacia atrás ¿qué recuerdan? Solo el tiempo que trabajaron y durmieron agotados; no hay momentos gratos en sus familias o amigos en sus mentes. Y ahora que tienen todo el tiempo a su disposición, no saben qué hacer con éste porque lo que hicieron por años fue trabajar y trabajar. Esto les lleva a sentirse frustrados.

Vivir cada día es lo recomendable, pensando en hacerlo en forma tal que lo disfrutemos con los seres amados y así tener a futuro, también, lindos recuerdos.


Tengamos en cuenta estos dos principios a la hora de planificar para este año, y si ya tienes tus metas y no consideraste éstos, re hazlas con esta base.

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