El futuro está adquiriendo cada
vez una importancia mayor. La gente desea conocer el futuro, lo que le depara
el porvenir. No nos extraña encontrar revistas en los kioscos con las
predicciones para este año. El horóscopo para 2014, las predicciones para estos
doce meses, lo que prevén para tal país, lo que dicen que le ocurrirá al
príncipe tal o a la princesa tal, es lo
que más se escribe en cierto tipo de revistas en esta época. Sabemos que hay
gente que basta bastante dinero comprando este tipo de magazines porque piensan
que así van a poder planear un buen año, basándose en lo que los brujos
“predicen”.
Como cristianos sabemos que estas
son mentiras de gente que por mucho que traten de saber lo que vendrá no
pueden, ya que el futuro pertenece a Dios y sólo El lo conoce. Tenemos
prohibición de indagar en el desconocido porvenir; Dios mismo es quien ordena
no hacerlo (Lv. 19.26, 31; Dt. 18.10-13). Por lo tanto debemos tener en cuenta
sus mandatos y obedecerlos.
Hay un corito que en parte dice:
“enséñame a vivir el hoy de tal manera
que mañana no tenga que reprocharme el ayer”. Y es por aquí que tenemos que
empezar tener un bueno futuro. Llevamos 2 días de 2014 ¿nos arrepentimos por
algo que hicimos en estos días? Eso pudo evitarse. Tenemos un año por delante
(12 meses, 52 semanas, 365 días) y nos es desconocido. Algunos continuarán con
sus estudios, otros buscarán o seguirán en sus trabajos, en fin todos tenemos
una idea de lo que podríamos hacer en 2014 y también hay metas y anhelos que
deseamos lograr.
¿Cómo empezar a ordenar lo que
quiero para este año? ¿Qué es lo primero que debo tener en mente? ¿Cómo puedo
plantear las prioridades? El mismo Señor nos dice por dónde empezar. Leamos
Mateo 6.33 “Más buscad primeramente
el reino de Dios y su justicia…” esta es la fórmula básica para todo hijo de
Dios. Lo primero que debo buscar es mejorar mi relación con Dios, mi amistad
con Él. Por lo tanto la pregunta que debemos contestar es ¿qué propósitos voy a
fijarme para crecer espiritualmente? Para ello debemos fijar metas específicas,
alcanzables y en ciertos plazos determinados. Pensemos en algunas considerando
nuestra vida, nuestro quehacer cotidiano, nuestra edad. Comencemos cada vez con
este pensamiento como base, ya que si obviamos esta parte lo más probable es
que el resto de nuestras metas para diferentes áreas de mi persona quedarán sin
fundamento sólido. Además, conociendo a nuestro Dios, lo más seguro es que
recibamos muchas bendiciones extras, porque El es así, nos da siempre mucho más
de lo que esperamos.
Lo otro que debemos considerar es
vivir bien hoy. No como algunos
recomiendan que vivamos el hoy como si fuera el último día de nuestra vida. No
hay que irse al extremo ese, debemos buscar siempre el equilibrio en nuestra
vida.
Por supuesto que debemos
preocuparnos del futuro, pero no afanarnos y llegar al otro extremo de vivir
hoy tan preocupados por lo que vendrá que olvidemos disfrutar el momento
actual. Hoy encontramos a muchas personas que viven pensando en el futuro solamente
y así trabajan doce o más horas cada día para obtener más dinero y así comprar
más cosas para disfrutar en el futuro. Y así pasan años y años, hasta que
jubilan. Pero si miran hacia atrás ¿qué recuerdan? Solo el tiempo que
trabajaron y durmieron agotados; no hay momentos gratos en sus familias o
amigos en sus mentes. Y ahora que tienen todo el tiempo a su disposición, no
saben qué hacer con éste porque lo que hicieron por años fue trabajar y
trabajar. Esto les lleva a sentirse frustrados.
Vivir cada día es lo
recomendable, pensando en hacerlo en forma tal que lo disfrutemos con los seres
amados y así tener a futuro, también, lindos recuerdos.
Tengamos en cuenta estos dos
principios a la hora de planificar para este año, y si ya tienes tus metas y no
consideraste éstos, re hazlas con esta base.
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