Domingo II: Antes de repasar
nuestra lección del domingo pasado les invito a repetir todos juntos el Salmo
106.1, que aprendimos.
Recordemos lo que aprendimos la
semana anterior. (Deje que los alumnos repasen en voz audible. Deje claro lo
que significa alabar, cual es la actitud de una persona que alaba con
sinceridad, el ejemplo dado).
Hoy vamos a ver la forma y
oportunidad cuando una mujer del N. T. alaba a Dios y también de un hombre con
un ministerio especial en el A. T.
LIDIA: (Hechos 16.14). Lidia aparece tres veces solamente en
el N. T. (vr. 14, 15, 40), pero de ella podemos sacar un lindo ejemplo de
alabanza. Se nos muestra como una mujer comerciante de la ciudad de Tiatira, en
la región de Asia, (Actualmente Turquía). Se cree que era una persona de una
situación holgada. Ella se encontraba en la ciudad de Filipos, en Grecia.
La Biblia nos dice que Lidia se
reunía con un grupo de mujeres a orillas de un río a orar. Ahí llegó Pablo,
Timoteo, Silas y Lucas, era sábado y probablemente fueron a celebrar el día de
reposo a ese lugar. Lidia “adoraba a Dios”, ella sabía la existencia del Dios
verdadero pues era prosélita, es decir, una
persona que no es judía pero que practica la religión judía – el
judaísmo.
Vemos que en Lidia había un deseo
de servir al Señor, pues “adoraba a Dios”. Llegan estos cuatro misioneros a
predicarles y Lidia aceptó a Cristo como Salvador. Después ella se bautizó
junto con toda su familia.
No es muy difícil darse cuenta
del tipo de persona que esta mujer era. Ella había buscado a Dios de corazón y
ahora que el Espíritu Santo habla a su corazón y Jesucristo se convierte en su
Salvador, realmente halla a Dios.
Lidia es una mujer que con su
vida alaba a Dios. No es algo que únicamente dice, sino como dispone su vida al
servicio de los siervos de Dios. Ella ofrece su casa como hospedaje par estos
misioneros.
Esa fue la forma que ella
encontró para decirle a Dios lo que El es para ella. Alabó a Dios por medio de
una acción desinteresada. Su casa fue el refugio de Pablo y sus amigos en una
ciudad desconocida, donde fueron a predicar el evangelio y en retribución se
mandó a la cárcel a Silas y Pablo tras haberles azotado. El hogar de Lidia fue
cada de reunión de los hermanos al salir los misioneros de prisión.
Este es un lindo ejemplo de otro
tipo de alabanza a Dios en la
Biblia. El dejar que Dios me use para mostrar Su fidelidad y
misericordia a otros alaba a Dios.
“Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; de generación en
generación haré notoria su fidelidad con mi boca” Salmos 89.1
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